¿No lo sientes?
Es el arrullo del océano, su dulce soplido relaja tus músculos hasta que dejan de existir. Sólo quedas tu mente y tú.
Y quieres alargar tu estancia en ese lugar, lejos de toda preocupación, acompañada por grandes almas. Sin embargo, sabes que tendrás que marchar... Algún día.
-Nunca conseguí hacer rebotar las piedras sobre el agua...
-¿No? Ven, sólo tienes que saber qué piedras elegir...
Nota mental nº1: ...y ahora, qué?
[[Serie de dos fotos realizada con cámara digital, gran cantidad de luz natural. Retocadas con Photoshop: niveles, equilibrio de color, saturación...]]